Este texto es un tanto especial ya que para comprenderlo deberíais leer antes un trozo de una historia ya escrita, pero intentaré resumir lo mejor posible para que no tengáis que leer demasiado. La novela se llama Relato de un náufrago y fue escrita por Gabriel García Márquez, gran escritor en mi humilde opinión. La cuestión es que leí a penas dos páginas de su relato casi por casualidad y no pude evitar inventar en mi cabeza un final, ya que desconocía el resto de la obra, de modo que os escribo un pequeño resumen de estas dos páginas y seguido el final alternativo que inventé.
RESUMEN:
Un hombre ha naufragado y se encuentra solo y sin comida en una barca durante largas semanas. Trata de comerse las tiras de caucho de sus zapatos o incluso las tarjetas de cartón mojado que llevaba en el bolsillo sin esperanza. Entonces un día ve unas gaviotas que podrían significar que se encontraba cerca de un puerto pero, tras ver varias tardes seguidas a las mismas gaviotas volando sin rumbo fijo comprendió que estaban tan perdidas como él.
Ha sido un resumen demasiado basto pero me gustaría poner sólo lo necesario para que pudieseis comprender la continuación que he escrito a partir de esto.
CONTINUACIÓN:
¿Tenía sentido seguir sobreviviendo
entonces? A sabiendas de que cada día te encuentras más lejos de tu
destino favorable y más cercano a otro que no lo es tanto ¿Tenía
sentido seguir peleando? ¿Sufrir más tiempo si al final acabaría
muriendo? ¿Tenía sentido subir el calvario en conocimiento de que
arriba no encontraría más que una cruz? Según su mente desgarrada
no, quería dejar de sentir dolor, hambre y sed, simplemente pensó
que sería fantástico dejar de vivir y eso intentó pero descubrió
que no era tan fácil.
Se colocó en el fondo de la barca y
amarró las cuerdas a su alrededor asegurándose de que el cuerpo no
se le saldría de allí, ya que todo ser humano desea ser recordado y
puestos a morir mejor no hacerlo siento pasto de los tiburones,
sujetarse al único punto de apoyo estable y positivo que podía
quedarle; Mejor pensar que alguien encontraría su cuerpo y sería
recordado, enterrado y llorado como Dios manda. Pensar que la gente
sabría de su sufrimiento y admiraría el tiempo que permaneció
impasible sobreviviendo en su metro cuadrado de barca.
Entonces se paró a pensar, hasta el
momento se había encontrado muy ocupado con su propia subsistencia,
pensando en sacar comida de donde no la había y soluciones que no
estaban a su alcance... y ahora simplemente podía dedicarse a viajar
con su mente más lejos que eso, comenzó a sentir, a imaginar,
comenzó a recordar...
Y comprendió a qué se referían las
monjas que lo educaron cuando le decían que Dios no te pide cuenta
de todo lo bueno que has hecho en tu vida sino de lo que has dejado
de hacer. Aunque claro, Dios no le hablaba aún, era él mismo el que
se estaba exigiendo una confesión sincera y se sorprendió con su
paupérrima autocompasión. Resultó que no había nada de: ayudé a
mis padres cuando... y mucho de : ¿Por qué no hice...?
¿Quién puede augurar el día de su
propia muerte? Nadie posee la capacidad de adivinarlo, y si
tuviésemos la oportunidad de saberlo tampoco mucha gente querría
tales conocimientos, al menos los sabios rehusarían semejante
información. Pero él estaba seguro de saber su muerte próxima, de
quererlo.
Y pensó que no había abrazado
suficientes veces a sus dos hijos, que no había sonreído todos los
días, pensó en esa vez que dejó de ayudar o de trabajar por
pereza, cuando se dio por vencido, cuando se guió tan sólo por el
dinero en sus acciones, cuando cesó de quererse y valorarse...
reflexionando justamente era un idiota de categoría y eso que había
pensado siempre que su vida era buena y su carácter aceptable, pero
ese fue el problema; que su vida era un regalo, cada día nuevo en el
que podía volver a abrir los ojos estaba cargado de felicidad,
nuevas oportunidades, amor... y él creyendo que era desgraciado con
su “no tan bien pagado sueldo”.
¡Cuántas cosas le habían quedado por
hacer! Casi parecía que la lista precisase un par de vidas o tres
para completarse y sin embargo había tenido todo una por delante y a
penas conseguido cumplir algún que otro objetivo.
Después de este, su momento más
cuerdo, llegaron las alucinaciones sobre vivencias al pobre hombre.
Creyó asomarse por el borde de la
astillada madera de la balsa para ver las olas golpearla con suavidad
y mecerlo a merced del sol abrasador cuando el reflejo de su adorada
familia apareció entre las ondas de líquido transparente mezclado
con espuma amarillenta; él intentó tocarlos, llegar hasta ellos,
pero se encontró con el frío tacto de la mar salada recordándole
que nada era real.
Cerró los ojos entonces reteniendo las
lágrimas, aunque finalmente acabase por contribuir en aumentar la
masa del mar un par de gotas. La única diferencia era que las suyas
estaban calientes y adquirían un color oscuro al atravesar su cara
quemada por el sol antes de caer y diluirse entre tantas otras gotas... pero,
cuando lo hicieron y él abrió los ojos de nuevo, su familia estaba
allí. A penas unos metros hacia delante, en tierra firme, vestidos
de negro aunque en trajes de tirantas bajo los acusadores rayos del
verano, esperándole mientras se servían de un solo abanico para los
tres.
No se dio cuenta de si desembarcaba o
no, ni de como consiguió librarse de las ataduras o salir de la
barca, parecía como si se hubiese transportado allí, junto a ellos.
Y ahora estaba abrazando a su hija mayor... aunque de repente ella se asustó
y lo apartó bruscamente con sus pequeñas manos observando
horrorizada las marcas de dentadura que el padre había dejado sobre
su hombro ¿Había mordido a su propia hija? Algo se le murió por
dentro de pensarlo ¿Realmente podía el hambre desesperarlo de
aquella manera? ¿Podía haberla mordido nada más volver a
verla?
La respuesta era que no; despertó en
la noche respirando entrecortadamente, lo había soñado, seguía en
la barca y no había ni lágrimas, ni tierra, ni familia, ni
mordidas, ni espuma, ni ataduras sueltas, ni puerto. Nada.
-¡No puedo simplemente morir! -trató
de gritar.
Pero su garganta sólo le permitió
forzar un gruñido horrible y desgarrador provocándole un terrible
dolor y recordándole su poca hidratación y uso durante el tiempo
que permaneció allí.
Se desató desesperado haciendo a sus
uñas sangrar con el forcejeo de los nudos gruesos y empapados y
levantándose precipitadamente casi perdió el equilibrio; la
oscuridad se extendía hasta donde sus ojos no alcanzaban a ver y el
frío que tanto añoraba no soplaba en el mar calmo y nocturno. De
nuevo ellos estaban allí, sus familiares. Su hija, su hijo y su
esposa. Esta vez algo más lejos, esperando en el muelle mientras
movían efusivamente las manos haciéndole señas y gritando palabras
que se perdían por el camino. El pobre hombre se arrodilló tratando
de remar con un brazo y redirigir la embarcación hasta el lugar,
pero por más que manoteaba las oscuras aguas no conseguía
acercarse, de hecho ellos se alejaban más y más hasta que
finalmente se perdieron en la noche.
Por esto llegó el último sentimiento
posible, lo asumió. Asumió tras caer derrotado sobre las salpicadas
maderas que no iba a verlos más, que no iba a vivir, asumió que
estaba alucinando, que podía rendirse como había intentado pero la
muerte quería más que eso, ella prefería verlo morir poco a poco
mientras se volvía loco y famélico... mas nuestro hombre era más
listo, era más rápido que ella. No quería sufrir más sin sentido,
ni alucinar, ni sentir hambre, sed o añoranza... volvió a sujetarse
con la cuerdas gruesas y saladas al armatoste de madera el brazo
izquierdo y arrancando una astilla grande del reposabrazos antiguo y
empapado se desgarró dicha muñeca, sorprendido del poco dolor que
sintió en comparación a los últimos días infernales procedió con
la otra.
Por eso creo que burló al sufrimiento
y esclavitud que lo ataban a este mundo, porque fue más listo que la
muerte, más cuerdo que las alucinaciones, más persistente que el
hambre, más rápido que la sed, más fuerte que la añoranza... y
ahora está en un lugar mejor.
Me encanta!! Tienes una imaginación desbordante y no sé cómo lo haces siempre, pero, te inventas los finales antes de acabar el libro jajaja. Tienes mucho potencial según mi punto de vista, así que, no lo desaproveches!! (cosa que sé que no haces (:)
ResponderEliminarBueno, eso es todo.
Un besaaazo <3<3
eres una crac!!
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