sábado, 19 de septiembre de 2015

Micro-Historia: Spectrum

Dania García-Donas Márquez en Teen mouth
(New Castle, England)
 
Have you feelt as a spectrum any time?

Yo si, definitivamente me he sentido como un espectro en muchas ocasiones, como algo sobrante, como una cosa errónea. Todo empezó en una fiesta, era, de hecho en mi casa y TODOS los amigos de mis padres habían venido a almorzar carne de barbacoa, o al menos esa es la expectativa porque siempre acaban siendo hamburguesas y pinchitos de pollo para mi, que aún formo parte de "los niños." Camino con una contradicción de emociones por dentro entre la seguridad de mi casa y la inquietud de tanta gente desconocida merodeando por ella. Se escucha música... creo que están tocando flamenco, los niños gritan y corretean por el césped... pasados mediados de septiembre hace un día sorprendentemente bueno así que bueno, supongo que también debería oír chapoteos de la piscina. Si me concentro puedo hacerlo, puedo escuchar el cante, los niños y el chapoteo; Sólo si me concentro.
Me siento justo así, como sola en una inmensa playa vacía un día de invierno, demasiado inútil para ser posible. La playa es buena cuando hace sol, pero entonces hay demasiadas personas y el ruido hace que encuentres difícil la concentración; La playa está tranquila cuando no hace demasiado buen día, pero no puedes disfrutar de un baño sin helarte los huesos; Pero la playa en un día de lluvia... tener que llegar con chubasquero a ese lugar, eso es deprimente. El silencio es demasiado y la luz escasea también. Así que digamos que me sentía como una playa ruidosa de aguas congeladas y silenciosa hasta un punto aterrador.
Paso entre las personas que parecen hacer un esfuerzo por ignorar a la chica que vaga como alma en pena sin saber que hacer, decir, ofrecer, jugar... Se supone que tengo que ser amable con los invitados y estar a su disposición pero, la tarea se hace difícil cuando a penas puedes diferenciar sus nombres, cuando no recuerdas haber visto sus caras en la vida.
Hay niños también, jugando con mi hermana pequeña, ella tiene el don de los niños. Todos la adoran. Yo sin embargo soy la mayor, demasiado distante con los niños como para jugar siguiendo su ritmo, demasiado distante con los mayores como para unirme a ellos ( además de que no estoy TAN desesperada como para cantar y bailar. Ni llevo tantas copas de más para hacerlo)
Comprendo que quizás si me acercase a los pequeños ellos iban a escuchar mis historias atentos y absorber toda la fantasía que puedo llegar a inventar, comprendo que ellos me respetarían como la mayor que soy y se divertirían conmigo... supongo, como siempre, me limito a suponer, a adivinar. Porque eso es lo que soy después de todo una mentalista ( aunque aún no lo sé)
Ésta pobre loca, como ya dije antes, anda sin meta fija alrededor de su piscina, come algo para parecer viva y se pasea observándolo todo como si estuviese dentro de una burbuja, como si nada fuera a afectarla, ella debe estar loca porque oye la música desvanecerse amortiguada dentro de sus oídos y las voces chillonas de los niños desaparecer entre el sonido de los pájaros... Intentando como siempre encontrar un fin para el día, un motivo por el cual estar desperdiciando su precioso y preciado tiempo en algo como una fiesta. "Porque eso es lo que hacen las personas normales" se decía a si misma una y otra vez "Porque a todo el mundo le gustan las fiesta"
Claro no a todo el mundo después de ese momento. No es que a ella no le gustase, de hecho sospechaba que podía divertirse mucho si lo intentaba, pero su mente estaba vagando entre historias y cosas que deseaba dejar terminadas, entre planes que tenía para el día siguiente y cosas que podría estar proponiendo para jugar. Pero como siempre se limitaba a pensar, a suponer, a adivinar... a vivir las fantasías del día siguiente en lo que ella pensaba que era un día aburrido. Pensaba, Oh pobre de ti, que querías acción y acción te concedieron...
 
 
 

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